Hábitos y rutinas en el desarrollo infantil

Por qué es importante fomentar los hábitos y las rutinas para los niños

Durante los primeros años de vida, se manifiesta un período en el que el niño es especialmente sensible al orden, específicamente al exterior, con énfasis en la ubicación de los objetos y la rutina. A través del orden en la colocación de los objetos, el infante va conociendo su ambiente, establece relaciones, se orienta, adapta y construye su orden interno, necesario para el desarrollo de la propiocepción básica para la adquisición del movimiento coordinado.

La rutina, entendida como las actividades que se realizan día a día de forma constante y sistemática, a través de la cual el niño va adquiriendo hábitos y costumbres. Esta debe de tener como base los ritmos biológicos y las necesidades del infante, se debe establecer desde los primeros días de nacido y los ejes serán la alimentación, higiene y el sueño. 

Por ejemplo: la rutina del sueño es necesaria para la adquisición de hábitos de sueño saludables, esta se puede establecer  alrededor de las 12 semanas de nacido,  cuando se empieza a desarrollar el reloj biológico (es importante tener en cuenta que es hasta los cinco meses  que su reloj biológico empieza a sincronizarse con la luz solar), la rutina  puede  incluir  actividades como  el baño, masaje relajante, ponerle ropa cómoda, poner música suave, leerle un cuento, cantarle o mecerlo en la cuna, poco a poco el bebé empezará a reconocer este patrón el cual lo predispone al sueño.

Beneficios de crear hábitos y rutinas para niños

Tener una rutina ayuda al niño a conocer el mundo y cómo funciona, le permite ir ordenando las impresiones y experiencias, es decir, a estructurar su mente. A través de la rutina el niño puede predecir qué es lo que va a pasar, le da calma, seguridad y confianza en el ambiente. También toma conciencia de su cuerpo y fomenta la adquisición de hábitos de higiene y de autocuidado. Facilita el aprendizaje, la adquisición de nuevas destrezas y capacidades cognitivas como la memoria y el desarrollo de la voluntad. El saber que sigue después de cada actividad y lo que se va hacer, ayuda al desarrollo de la percepción temporal.

De igual forma, el niño desarrolla la autonomía. Paulatinamente va siendo capaz de valerse por sí mismo y descubre sus capacidades, lo que favorece su autoestima. Es la rutina la que le ayuda a establecer reglas y normas de conducta, lo que prepara al niño para la vida social.

Consejos para crear hábitos para niños en casa:

Rutina-infantil

  • Tratar de seguir el mismo orden en la secuencia de acciones

Por ejemplo: al levantarse, se va al baño, orina, se lava las manos y la cara, se cambia de ropa, se peina, desayuna, se lava los dientes, etc. Es importante ser constantes.

  • No ir con demasiada prisa

Procurar que el niño tenga el tiempo necesario para realizar cada actividad, evitar las prisas.

  • Anticipar los próximos pasos

Anticiparse, decirle al niño lo que se va hacer y que se hará después, explicar el por qué es importante hacer las cosas. Se puede crear una tabla como apoyo, con imágenes que ayuden al niño a recordar la secuencia de acciones, conforme el niño va creciendo se le va involucrando en la creación de esta. 

  • Calma y tranquilidad

Evitar amenazas y castigos, estos no aportan ni ayudan al desarrollo del niño.

  • Flexibilidad en la rutina

Debe de ser flexible, ajustando la rutina conforme el niño va creciendo y adquiriendo nuevas habilidades. Es importante comprender que habrá circunstancias o situaciones imprevistas en las que sea necesario hacer algún cambio.

 

Esther Vargas.