disciplina positiva

Disciplina Positiva ¿Qué es y cómo aplicarla?

Educando desde el amor y la confianza

Encontrar la mejor manera de educar a los hijos nunca ha sido una tarea fácil, sin duda, los padres siempre creemos que lo estamos haciendo de la mejor manera posible, muchas veces, tomando como referencia la forma que fuimos educados y, otras tantas, haciendo todo lo contrario, sin saber a ciencia cierta cual es el modo más adecuado. 

Educar, por supuesto, tiene puntos positivos, pues se disfruta aprendiendo a ser padres, mientras nuestros hijos aprenden del mundo que les rodea. Pero, por otro lado, enfrentamos varios momentos de frustración, lo que hace que el camino de la educación se torne difícil y el acompañamiento a los hijos se vuelva un desafío importante de superar. Sin duda, lo que pretenden las familias es educar correctamente y de una forma plena, pero en ocasiones, los padres y madres son movidos por sus propias experiencias, por la influencia social o, simplemente, confiando en sus instintos, los cuales, en ocasiones, no conducen por los mejores caminos, llegando incluso a tornarse en reacciones negativas o violentas. 

 

¿Qué es la disciplina positiva?

La disciplina positiva en la educación es una metodología que se centra en fomentar relaciones respetuosas y empáticas entre adultos y niños, promoviendo un ambiente de aprendizaje basado en el respeto mutuo y la colaboración. A diferencia de los enfoques tradicionales que a menudo se apoyan en el castigo, la disciplina positiva busca enseñar habilidades sociales y emocionales mediante la comprensión y la guía, en lugar de la autoridad impositiva. Este enfoque se construye sobre la idea de que los errores son oportunidades de aprendizaje y que los niños son capaces de desarrollar un sentido de responsabilidad y autodisciplina a través del estímulo y el apoyo. Tanto padres como educadores pueden aplicar la disciplina positiva para guiar a los niños hacia comportamientos constructivos, fomentando así su crecimiento personal y académico en un entorno que valora la cooperación y la comprensión mutua. Adoptar la disciplina positiva significa comprometerse con una educación que prepara a los niños no solo académicamente, sino también emocional y socialmente, equipándolos con las herramientas necesarias para navegar por la vida con confianza y empatía.

Fue la Dra. Jane Nelsen quién creó un modelo educativo, después de estudiar y practicar con sus hijos la filosofía Adleriana, para después, comenzar a compartir sus conocimientos con padres de niños que presentaban diferentes discapacidades, tanto académicas como físicas y mentales. Después de asociarse con reconocidos psicólogos, adaptando proyectos para trabajar con padres y maestros, la Dra. Nelsen comenzó a trabajar con la Dra. Lynn Lott, especialista en el trabajo con adolescentes. Y hasta el día de hoy, han formado un gran equipo, logrando escribir juntas cuatro libros en los que comparten el crecimiento sobre los conceptos de Disciplina Positiva.  

A lo largo de 25 años, este programa se ha ido transformando de acuerdo a las aportaciones que padres y maestros han hecho al poner en práctica las estrategias recomendadas, se ha perfeccionado y se han incluido ideas y herramientas nuevas, logrando la comprensión de los principios y habilidades que favorecen el respeto mutuo, la cooperación, el gozo y el amor.  

 

¿Cómo se aplica la disciplina positiva?

  1. Respeto mutuo y equilibrio: La Disciplina Positiva busca aplicarse en el entorno familiar, promoviendo el respeto mutuo entre padres e hijos. Se busca equilibrar la firmeza con la amabilidad, actuando de manera respetuosa y amable al mismo tiempo que se establecen límites consistentes.
  2. Comunicación asertiva y conexión emocional: Es crucial desarrollar la comunicación asertiva a través de la escucha activa, construyendo una base sólida de confianza y conexión emocional. Esto contribuye a un ambiente saludable en el hogar, agradable para todos, mientras se mantienen reglas y límites.
  3. Conexión padres-hijos y construcción de confianza: Se busca que los padres conecten con sus hijos, creando una base sólida con cimientos robustos. Esta conexión servirá para enfrentar situaciones en etapas futuras. Los padres deben comprender sus propias reacciones y respuestas, entendiendo los comportamientos inadecuados de los niños.
  4. Eliminación de castigos y uso de herramientas positivas: Se propone un cambio de actitudes y la práctica de estrategias positivas, eliminando por completo los castigos. Se introducen herramientas como las consecuencias y la búsqueda de soluciones. Los niños comprenden que sus acciones tienen consecuencias y se fomenta la responsabilidad.
  5. Percepción del error como oportunidad de aprendizaje: Se genera un cambio en la percepción del error, considerándolo como algo natural y una oportunidad para aprender y crecer. Se integra el error como parte del proceso de vida y crecimiento.
  6. Eliminación de luchas de poder y fomento del respeto: Al implementar la Disciplina Positiva, se logra eliminar las luchas de poder y se deja de ver a los niños como “enemigos” a vencer. Estas prácticas perjudiciales para la relación se reemplazan con un enfoque que deja huellas positivas a nivel psicológico, enseñando a educar desde el amor y el respeto, dejando de lado el miedo.

En este camino de educar desde el amor y la confianza, es esencial que como padres y educadores nos dotemos de las herramientas y conocimientos necesarios para guiar a nuestros niños hacia un desarrollo pleno y respetuoso. En educaNew ofrecemos cursos diseñados específicamente para fortalecer nuestras habilidades como padres o educadores. Cada curso ha sido cuidadosamente elaborado para proporcionar no solo teoría, sino también prácticas aplicables al día a día, asegurando que podamos hacer frente a los desafíos de la educación con confianza, empatía y eficacia. Porque educar correctamente es una tarea compleja, pero con las guías adecuadas, es un viaje que todos podemos emprender con éxito.